Cuando hablamos de mediciones en un entorno BIM debemos tomar con cautela este trabajo. No basta con hacer un click y que de forma automática el modelo nos arroje las mediciones.
Como ha pasado siempre hasta la llegada del BIM, las mediciones se han tenido que trabajar, calcular y comprobar para llegar a las mediciones finales.
En un primer paso, es muy importante que el modelo BIM, este generado con el fin de la extracción de mediciones y presupuesto. Por lo que debe estar correctamente modelado con todas las capas, elementos, y demás partes que correspondan con las partidas que posteriormente se van a medir. Un ejemplo sería modelar un forjado mediante con sólo compuesto con acabados, o modelar este forjado estructural por una parte y el acabado como otro forjado independiente.
Veamos los métodos que se presentan para extraer mediciones de un modelo BIM:
En base a estos listados, se pueden confeccionar las partidas desde nuestro programa de mediciones y usar estas cantidades que los listados nos están mostrando para añadirlas a las líneas de medición de forma manual.
Como vemos, dependiendo de la herramienta de modelado que estemos usando, tendremos que usar una u otra aplicación que si bien tienen todas la misma finalidad, la forma de proceder será diferente.
Pensando en un ideal de trabajo colaborativo, donde un estudio es el que realiza el modelo, y un colaborador es el que realiza las mediciones; esta persona deberá estar cambiando de aplicación para realizar las mediciones, dependiendo del software de modelado BIM que haya usado el estudio que ha realizado el modelo BIM.
Por ello, existe una última opción totalmente diferente para la realización de mediciones sobre un modelo BIM mediante el archivo en formato IFC mediante el Software Gest-Mideplan.
Independientemente del software de modelado (Revit, ArchiCAD, Allplan, Tekla…) donde se haya generado el modelo BIM, este software de mediciones, va a leer el modelo sobre el IFC extrayendo los datos de los elementos BIM y los materiales como volumen, superficie, longitud etc. Basta con asignar un código de clase en los datos IFC de los elementos BIM que queremos medir y exportar el modelo BIM desde nuestro software de modelado a formato IFC.
Una vez cargado en Gest-Mideplan, usaremos este modelo en IFC para de igual forma, cargando una base de precios, asignar las partidas que deseemos a los elementos BIM que tendremos cargados.
Un ejemplo será, asignar partidas de Yeso ,Aislamiento , Monocapa, Ladrillo, etc, a un muro de cerramiento de nuestro modelo, donde leerá dependiendo de lo que seleccionemos: o bien el elemento BIM “muro” indicando la longitud y la altura descontando los huecos de ventanas que detecte en la geometría; o bien, leerá las cantidades de material que conforman este muro que hemos generado como compuesto en nuestro modelador BIM, para sacar volúmenes y por tanto superficies de Ladrillo, Aislamiento, yeso, monocapa, etc…
Igualmente una opción interesante será, leer y asignar partidas a las zonas creadas en nuestro modelador, y asignarle las partidas que necesitemos. De esta forma, generaremos unos módulos repetitivos donde tendrán ya determinadas las partidas necesarias para cada estancia, leyendo el perímetro, las superficie de paredes, superficie de suelo etc, ya que el elemento BIM “zona” tendrá de forma intrínseca estos datos al importarse desde nuestro modelador en IFC.
La asignación de los elementos BIM a las partidas de la base de precios, quedará reflejada en el visor del modelo BIM, con lo que cuando seleccionemos en una partida, sus líneas de medición, éstas se marcarán el visor del modelo.
Igualmente, de una forma directa podremos realizar las certificaciones de obra, seleccionando partidas y las líneas de medición a certificar, visualizándose éstas en el visor de modelo, o incluso desde el visor del modelo BIM, seleccionar gráficamente los elementos que se van a certificar. Esto nos va a permitir, de una forma gráfica ver como va evolucionando el modelo en el tiempo mediante las certificaciones de obra, incluso generar un video con la cronología del desarrollo de la obra.
Alejandro Cabello de la Torre.
«El 85% de las empresas de construcción aún no ha implementado de forma general en todos sus proyectos el Modelado de Información de Construcción (BIM)».
Fuente: eleconomista.es | Ver artículo completo
Sin embargo, la realidad a pie de calle también demuestra que cada vez son más los clientes y entidades que exigen BIM y la falta de claridad de conceptos y procedimientos, tanto por los profesionales como por los clientes, hace que los costes y las ejecuciones no estén a la altura de las circunstancias.
Recordemos que la hoja de ruta del Ministerio de Fomento marca la obligatoriedad para toda licitación de obras públicas ya en diciembre de 2018 para edificaciones y en el mes de julio de 2019 para infraestructuras.
No cabe duda que es un gran error esperar al acelerón institucional para hacer una implantación BIM de forma planificada y con perspectiva, teniendo en cuenta la idiosincrasia de cada entidad y para gestionar con habilidad las acciones de formación, dotación de herramientas y puesta a punto.
Se dice: «O te posicionas o la realidad y la competencia te posicionarán«.
Y tú, ¿qué estás haciendo al respecto?
Desmitificar BIM es ver BIM como un medio asumible y asequible para elevar tus proyectos y tu forma de trabajar a la máxima potencia. BIM no es un fin en sí.
Una metodología que no exige, por tanto, una «mega transformación radical», sino una clara toma de decisión y de acción escalonada, teniendo en cuenta tu previsión presente y futura y sobre todo, preservando tu idiosincrasia.
El mundo ha cambiado radicalmente a nivel de comunicación y eso es directamente extrapolable a la relación con tus clientes reales y potenciales y también con tus colaboradores.
Hasta hace poco lo habitual era mandar mensajes unidireccionales con el fin de captar la atención de los clientes y de ahí conseguir venta. Pero ahora el sentido comunicativo ya no sólo es bidireccional, sino multidireccional, donde el mensaje de tu actividad debe divulgarse y con ello estar expuesto a opinión y por tanto, estar predispuesto a escuchar y mejorar constantemente para tener tu esfuerzo lo mejor dirigido posible.
¡ Aprende a vender tu BIM y véndelo !
Por todo ello, no tomes la metodología BIM como un fin sino como un medio: BIM es oportunidad de presente y de futuro; de abrir nuevas vías colaborativas y comunicativas; de ofrecer nuevos y mejorados servicios a tus clientes (y con beneficios para ellos durante toda la vida útil de la vivienda, edificio o infraestructura…) pero para ello debes empezar por creértelo y luego ¡ VÉNDELO !
Para el equipo de BIMnD un escáner con láser 3D no es una simple nube de puntos, sino el comienzo que eleva a la categoría de virtual el sueño de las personas (desde el arquitecto o el decorador hasta, por supuesto, el cliente final) y así siempre lo intentamos hacer ver. Casi siempre, la reacción de los interesados es más satisfactoria de lo esperado y su predisposición aumenta.
¡ Vende tu progreso tecnológico y dale valor !
Igual ocurre cuando modelamos un proyecto BIM, cuyo proceso en sí es ya una potencial herramienta de marketing por si solo.
BIM hace tangible lo intangible, cercano lo lejano y hace más visible que nunca lo que no se puede ver. Además, las nuevas tecnologías permiten mostrar todo ello de forma llamativa y poderosa: desde gafas 3D a una tablet, aplicando incluso interacción, insertando audio como refuerzo sensorial, deteniéndote en los detalles que sospechas que pueden cautivar a tus clientes, y también a tus colaboradores… en definitiva, un abanico de herramientas y posibilidades para sacar el máximo redimiento a tus acciones BIM en beneficio de los proyectos que tengas sobre la mesa y los que puedas captar.